Alemayehu, que como gustan contar en las crónicas llegó como un simpapeles más y vivió a la intemperie en un parque de Madrid mientras soñaba con ser atleta profesional y con la nacionalidad española, no tardó en darle a España el primer título. Pero tampoco tardó en surgir la polémica sobre si es o no un corredor español, si está bien que haya recibido el pasaporte por la vía rápida. De esto habla Antxon Blanco en su blog Correr x Correr.
Alemaheyu nació y creció en Addis Abeba, donde vivió hasta que hace alrededor de tres años decidió viajar a España para poder cumplir su sueño de abrirse paso en la vida a través del atletismo. Es el sueño de miles de chavales de Etiopía, que quieren ser como alguno de sus héreos -Haile Gebreselassie, Kenenisa Bekele, Meseret Defar, Tirunesh Dibaba, Abebe Bikila- o al menos conseguir un visado para volar a Europa o Estados Unidos. En Addis Abeba es fácil encontrarlos corriendo entre el tráfico o fortaleciendo las piernas y ensanchando los pulmones en el alto del monte Entoto, a 3.000 metros de altitud, en el viejo hipódromo de Jan Meda o en la plaza Meskel. La foto de arriba la hicimos este verano en la confluencia de Meskel y la avenida Bole. Son las escaleras de acceso al Museo de Addis Abeba, un peculiar edificio en el que vivió un general de los tiempos del emperador Menelik II.
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