Hace unos días escribimos sobre James Watson, el premio Nobel racista. Reproducíamos una frase sobre la inteligencia de los niños de Etiopía, pero por la urgencia por escribir no supimos a quién atribuírsela. Maite nos saca de dudas y nos recuerda que correspon de un delicioso libro, Los caminos perdidos de África, de Javier Reverte. Ahí está, en la página 61 de la edición de bolsillo que tenemos nosotros. La frase es de Tefari, un taxista que condujo a Reverte por algunos de los vericuetos de Addis Abeba y que la pronunció después de un patinazo de testosterona. Claro que nosotros conocemos negros muy inteligentes y blancos bastante torpes. Gracias Maite, y disculpad la falta de precisión en el comentario anterior. Sobre Watson no ha cambiado nuestra opinión, y lo que es peor, creemos que él tampoco cambió su propia opinión sobre la inteligencia y el color de la piel de las personas. [Un anexo: hoy dimitió de su cargo en el laboratorio para el que trabajaba]
1 comentario:
Tienes mucha razón, es dificil para nosotros que convivimos con negros listísimos y a los que queremos tanto no discrepar de Watson, más que discrepar yo me he cabreado con este hombre y me parece muy irresponsable por su parte, él sabe mucho de genética, es un autoridad y alguien podría creerle, debería de pensar mucho lo que dice.
Gracias a vosotros por mantenernos informados de nuestra otra tierra.
Maite
Publicar un comentario