lunes, 28 de junio de 2010

Fútbol en África



Este vídeo aparece en otra entrada del blog, pero hace unos días lo vimos circulando otra vez por la web porque en un blog que se dedica a replicar vídeos de Youtube -en este caso sin citar procedencia- lo recuperó de nuestro canal. Pensamos que era una buena ocasión para recordarlo, estos días en los que alguna gente descubre África porque se habla del Mundial.

El lugar en el que juegan los chavales con una botella de plástico está ahora ocupado por un edificio con pinta de búnker que no sólo obligó a los niños a buscarse otro lugar para soñar con ser como Eto'o o como Drogba, sino que además tapó parte de las buenas vistas que tenía el restaurante Top View.

Y para terminar dos apuntes más de fútbol.

-En este enlace tienes el capítulo correspondiente a Etiopía del Desafío Cruzcampo, esa campaña de la cervecera para llevarle un balón a la selección española cruzando África.

-En esta noticia sobre un torneo de fútbol 7 que se disputó el fin de semana en Carballo se habla de Yael Ballestero, un chaval nacido en Addis Abeba hace 12 años y que se convirtió en el "pulmón" del Celta en su categoría.

lunes, 21 de junio de 2010

El hábitat de la "Condo generation"

Condominio (Addis Abeba)

Condominio 2 (Addis Abeba)

La transformación urbana de Addis Abeba parece imparable. Amplias avenidas y nuevos edificios, en su mayoría destinados a oficinas y centros comerciales, ganan terreno a lo largo de la ciudad. En áreas como Olympia, en Bole Road, Kazanchis, en torno al Africa Hall, o Lideta, cerca del viejo aeropuerto y de la Corte Federal, hemos visto manzanas enteras de viejas viviendas, en muchos casos solo chabolas, demolidas. ¿Adónde se fue la gente que vivía allí?
Muchos a los nuevos barrios de casas baratas, lo que en Addis llaman condos (abreviatura de condominios), que se están construyendo en su mayoría en los barrios periféricos. Las imagenes corresponde a uno de los más grandes de la ciudad, que está en la zona sur, donde la ciudad y el campo se confuden. Son estudios y viviendas de una, dos y tres habitaciones, con cocina y baño, por los que los nuevos propietarios deben pagar entre 1.600 y 8.800 euros, dependiendo del tamaño y de la zona. Para acceder a las nuevas viviendas, el Ayuntamiento realiza un sorteo entre los solicitantes, aunque parte de ellas las reserva para las familias desalojadas de las áreas ocupadas para nuevas construcciones o infraestructuras.
¿y es bueno o malo el modelo de reasentamiento de la población? Pues hay opiniones para todos los gustos. Hay quien asegura que muchos residentes en la ciudad experiemntan un cambio notable en su forma de vida, entre otras razones porque, aunque modestas, las viviendas cuentan son servicios, como los cuartos de baño y las cocinas, que antes compartían con varios vecinos. Pero también creen que en las barriadas corren el riesgo de convertirse en guetos, porque carecen de espacios que faciliten la convivencia, lo que, además, puede acabar con algunas formas de cooperación muy arraigadas entre los etíopes, como el equb, una especie de seguro que abonan los vecinos de una comunidad para atender las emergencias de alguno de ellos y, sobre todo, para garantizarle a todo el mundo un entierro digno.
Hay incluso voces autorizadas, como la del arquitecto Fasil Ghiorghis, conocido por su empeño en recuperar el patrimonio arquitectónico de Addis Abeba, que opina que el modelo de los condominios tiene deficiencias. Con todo, la proliferación de los nuevos barrios y las nuevas formas de vida que traen consigo ya está dando lugar a lo que en un periódico de la capital se denominaba Condo Generation.

lunes, 14 de junio de 2010

Atardecer en Addis Abeba

Bole 6 (Addis Abeba)

Desde uno de esos edificios nuevos y altos que pueblan Addis Abeba, así se veía un atardecer en un día de lluvias adelantadas al mes de mayo. Las grúas y los rascacielos dibujan el nuevo sakyline de una urbe grande y revuelta que brota en un campo sembrado de dificultades.

viernes, 11 de junio de 2010

Mundial

Nunca pongas la imagen de un africano de clase media en la portada de tu libro, a no ser que haya ganado un Premio Nobel. Un AK-47, costillas prominentes, pechos desnudos: utiliza estas. Si tienes que incluir a un africano, asegúrate de que consigues a uno vestido con ropas zulúes o masáis. La recomendación, cargada de doliente ironía, es de un escritor keniano que se llama Binyavanga Wainaina. La concesión a Sudáfrica del Mundial de Fútbol que comienza hoy parecía la ocasión perfecta para contribuir a romper con el tópico y a generar en la población del continente la autoestima que acabará por convertirse en el combustible del desarrollo.
Pero no. Ya desde los prolegómenos, por utilizar la terminología homologada al caso, interesa más contar que a varios periodistas los han desvalijado en el hotel que subrayar la capacidad del país más rico del continente más pobre para llegar con el reloj en hora a la fecha comprometida. Esa nación compleja, con la mitad de la población inmersa o rondando la pobreza, sobrevivió al régimen de la segregación racial. Padece aún niveles de violencia muy elevados, y es recomendable advertir al visitante qué lugares y situaciones debe evitar. También cuando llega a Washington.
Uno puede regresar después de dos semanas de estancia en una capital africana y contar la transformación del continente a través de la mirada de una joven arquitecta de éxito, de un ingeniero que dirige un departamento ministerial, de una maestra que dejó la escuela para producir un programa infantil de televisión, del propietario de un periódico que, al contrario que en Europa y Estados Unidos, no para de aumentar la tirada. Y sería una visión parcial, desenfocada. Tanto como la que se limita a las ropas zulúes, el Kalashnikov, las costillas prominentes y los pechos desnudos. El Mundial de Fútbol es una oportunidad. Para ellos y también para nosotros.




Publicado también en Por la tangente

miércoles, 2 de junio de 2010

La oposición, como un coche deportivo

El sarcasmo, un cierto tipo de retranca, es una de las características que adornan el carácter etíope, si es que tal generalización se puede hacer. Acaban de celebrarse el día 23 unas elecciones legislativas de "perfil bajo", las primeras después de los trágicos sucesos que acabaron con más de 200 muertos tras los comicios del 2005.
El domingo, en Addis Abeba, parecía un día cualquiera. Ni más policía ni más gente por las calles; quizás, algo menos de movimiento. Si no fuera por los carteles con los que se empapelaron muchos muros, nadie diría que había elecciones. Y porque a mediodía podía verse (quien pudiese, claro) almorzando en la terraza del hotel Hilton a grupos de observadores de la Unión Africana y al mismísimo jefe de la misión de la Unión Europea.
Entre que el gobierno logró enfriar el ambiente a lo largo de los últimos cinco años (la líder de uno de los grupos de la oposición, Birtukan Mideksa, sigue en la cárcel), que muchas personas acabaron aplaudiendo la gestión del primer ministro Meles, que la oposición sigue atomizada en más de medio centenar de partidos y que los etíopes no parecían con ganas de volver a recoger a sus muertos por las calles, pues entre todo eso las elecciones pasaron como de puntillas y con una victoria aplastante del partido que lleva en el gobierno desde hace 19 años.
Como era de esperar, la oposición, al menos el partido que se presentaba como alternativa (Medrek), rechazó los resultados y pidió que se repitan los comicios. Dice que sus candidatos y los electores fueron amenazados sistemáticamente y que el Gobierno utilizó en su favor toda la maquinaria administrativa. Los observadores de la UE pusieron algunas pegas (sobre todo en el proceso, más que en la votación en sí) y la Unión Africana da por buenas las elecciones.
Un informe de Human Right Watch (HRW)emitido al día siguiente de las votaciones movilizó a cientos de personas que se manifestaron en calles y plazas en apoyo del Gobierno. Pudimos leer algunas pancartas en las que se decía: "Etiopía ha hablado. Nuestros votos no están en venta". Muchos carteles escritos en amariña y sostenidos por personas de avanzada edad rechazaban las objeciones de HRW. Un amigo etíope nos comentaba que le resultaba doloroso ver a esas personas blandiendo unos carterles en los que se habla de algo que, seguramente, no saben si es el nombre de una nueva enfermedad o de un medicamento para curarla. Human Right Watch.
El caso es que a falta de conocerse los resultados oficiales, ya se han ido sabiendo algunos datos abrumadores. Hay que aclarar que en esta democracia defectuosa, el sistema electoral es mayoritario y no proporcional, es decir que el que obtiene mayoría en cada circunscripción se lleva el escaño y el resto se queda sin representación. Por ejemplo, en Addis Abeba de los cincuenta y tantos escaños en juego, la oposición solo ganó uno, el de Kolfe Keranyo [Corregimos: no fue en KK, fue en Merkato]. En el parlamento hay un total de 547 puestos y de los 536 asignados hasta el momento al Medrek solo le corresponde dos. Y ya circula un chiste por Addis Abeba.
-¿En qué se parece la oposición y un coche deportivo?
-En que solo tiene dos asientos