miércoles, 5 de diciembre de 2012

El coche, los niños y el espejo mágico

Estábamos ya lejos de Addis Abeba y aún nos faltaba bastante camino para llegar a Derra, nuestro destino, cuando el coche se paró en medio de una pista de tierra. La trasmisión o algo parecido había roto en el lugar más alejado posible de un taller mecánico. Un batallón de niños se acercó. Rodearon el coche y tímidamente se fueron aproximando para acabar jugando con los faranyis a las palabras desconocidas. Amariña, inglés y español para descubrir los distintos nombres para designar a la nariz, a un ojo, al pelo... Y de repente allí estaba el más pequeño de todos: había descubierto en el cromado del coche un espejo al que le hacía muecas divertidas. El espejo mágico.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una escena con mucha enjundia, gracias por compartir vuestras vivencias. Enhorabuena por este magnífico blog.
Saludos, Fenyi Méndez