A tres mil metros de altitud, en lo alto del legendario monte Entoto, está el primer palacio construido por Menelik II cuando traslado desde Ankober, la capital del nuevo imperio etíope. Es una construcción con maneras tradicionales desde la que se puede contemplar -si el día está despejado- el valle sobre el que, por sugerencia de la Emperatriz Taitu, se levantaría la nueva y definitiva capital, Addis Abeba, en 1887.
1 comentario:
hay estado,es un lugar vale la pena visitar-lo un pasada y muy interesado ¡
Publicar un comentario