Entre Barhad Dar y Tis Isat hay una larga y tortuosa carretera de tierra que, como a todas las de su clase, en Etopía se le denomina pista, palabra como otras muchas dejada en herencia los invasores italianos de los años 30. Pero también a este tipo de vías a las que no llega el asfalto se les denomina con otra palabra, propia del amariña y mucho más sonosa: korkonch.
En la zona korkonch entre Bahar Dar y Tisi Isat la furgoneta va dando saltos y la cabeza a veces choca contra el techo. El ojo se escapa del visor de la cámara y los niños se ríen. Pero la vida que bulle a los lados de la pista de tierra roja queda registrada. Y sus colores.
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