martes, 24 de marzo de 2009

El Papa, África y los condones


No hay guerra, desastre natural o hambruna que mate más que el sida en África. Seis mil personas cada día. Casi la población de toda Galicia en un año. El 80% de los niños con el síndrome viven allí, con el único amparo de sí mismos o al cuidado de los abuelos. Una generación entera, la que debía estar levantando a los países empobrecidos, ha desaparecido. Fue diezmada por el sida.
Benedicto XVI inició el primer viaje a África anunciando su intención de llevar la palabra de consuelo y esperanza que tanto necesita la gente que vive en ese agujero negro del planeta. Pero sin bajar del avión lanzó su proclama: la distribución de preservativos no solo no resuelve el problema del sida, sino que lo aumenta. Unas palabras que, por venir de quien vienen, entorpecen más que ayudan en la difícil guerra que gobiernos y organizaciones privadas -algunas de ellas vinculadas a la Iglesia- libran contra la pandemia. La dimensión del problema es tal que, aun entendiendo que la Iglesia rechace el uso del preservativo, el Papa pudo haber valorado si expresar una posición doctrinaria tiene más valor que las vidas que salva el condón. El Pontífice pudo combatir la promiscuidad y promover la castidad sin cerrar los ojos a la realidad. La distribución de condones no contribuye a extender la enfermad. La combate.

Es la realidad a la que se enfrentan muchos religiosos católicos que se dejan la vida en África. Por ejemplo, Ángel Olaran, un misionero que cada día encara sin dogmas y con la entrega de un santo las consecuencias de la pobreza y el sida en las tierras de Wukro, en el norte de Etiopía. Quizás a él no se le ocurriría, ante una de las prostitutas a las que trata de ayudar, de los soldados que regresaron enfermos del frente eritreo o de las niñas que prematuramente son arrastradas a la vida de adultas, renegar del preservativo si con ello evita el sufrimiento a los huérfanos que cada noche visita en sus casas miserables.

Publicado también en Por la tangente

5 comentarios:

Tuà dijo...

Para mi la gente como Ángel Olarán son los verdaderos integrantes de la iglesia, el resto, pues me ahorro el adjetivo.

Merce dijo...

No has podido explicarlo mejor

Merce dijo...

No has podido explicarlo mejor

Anabel dijo...

Ángel es un ángel en Wukro.

Y el Papa ya podría dedicarse a hacer punto...

Ankami dijo...

Casi con el mismo título (la única diferencia es un plural), el periodista Ramón Lobo, buen conocedor de África y otros rincones olvidados y en conflicto, escribió en su blob En la boca del lobo.
http://www.ramonlobo.com/2009/03/18/el-papa-africa-y-el-condon/