viernes, 11 de mayo de 2007

Kaldi, la leyenda del origen del café


El café es hoy una cuestión de Estado en Etiopía. El modo de vida de una población mayoritariamente agraria y la base de su comercio exterior. En la disputa con Starbucks, la cadena norteamericana no hace otra cosa (al menos de momento) que reconocer lo que cuenta la leyenda. El café tiene su origen en Etiopía, en la región de Kaffa, en tierra de oromos, donde hoy se producen las variedades más apreciadas en el mundo: Sidamo, Yirgacheffe y Harar. Curiosamente se les denomina arábicas, pero qué se le va a hacer, también durante años y años se puso en duda que el Nilo naciese en Abisinia.

La leyenda dice más o menos así:

Un día como otro cualquiera, allá por el año seiscientos, un pastor llamado Kaldi salió con sus cabras a la montaña. Los montes eran frondosos, ricos en pastos y llenos del colorido que le daba una enorme variedad de plantas. Kaldi despertó de la siesta porque sus cabras se comportaban de manera extraña: estaban nerviosas, no paraban de saltar y más que balar parecía que se tronchaban de risa. En resumen, ¡estaban como cabras!. Observó a los animales y comprobó que la fiesta empezaba cuando comían unas apetitosas bayas rojas que crecían en racimos en un arbusto.
Cortó una rama de aquella especie de cerezas y se la llevó a un monje sabio de un convento que había en el valle. El sacerdote, tras escuchar la historia que le contó Kaldi, decidió cocinar aquellas frutas carnosas. El resultado fue tan amargo que arrojó con desprecio las ramas al fuego. Pero en ese instante, el agradable olor que desprendieron las semillas al tostarse con las brasas del fogón les hizo pensar que los animales no podían estar equivocadas cuando volvían una y otra vez a comer en los arbustos de frutas encarnadas.
Así fue como Kaldi y el monje sabio descubrieron que tostando las semillas se podía hacer una infusión rica y estimulante. Al pastor ya nunca le fallaron las fuerzas para, después de desperezarse y preparar una infusión de buna, subir montaña arriba con sus cabras.

Nota: La ilustración de este comentario es la portada de un cuento que relata la historia de Kaldi, en versión de Sauda Mdahoma con ilustraciones de Sari Nordberg. Lo edita Shama Children's Book Series. Lo compramos en Addis Abeba, en la librería situada enfrente de la Iglesia de San Esteban, junto a la plaza Meskel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también tengo el cuento de Kaldi, lo conseguí en el Ghion, no se si ahora lo siguen vendiendo.
Quiero felicitaros por el blog,os tengo en mis favoritos y siempre miro si publicais algo. Seguid así y gracias por vuestras historias

Ricky dijo...

Gran historia del café espero que algún día me inicie y pruebe el mejor