Ayer colgamos un vídeo con música y baile de los años 50 y 60 en Etiopía y decíamos que aquello servía para ilustrar toda una época. Hoy publica el suplemento Babelia, de El País, un artículo titulado Las delicias etíopes, en el que se habla precisamente de la música de aquellos años y principios de los 70. De lo que se conoció como el Swing de Abisinia y que, en buena medida, dio lugar a la colección Ethiopiques, una iniciativa del musicólogo francés Francis Falceto, que recuperó a algunos de los músicos y cantantes de la época. Dicen que fue la edad de oro de Addis Abeba. Los tiempos en los que al calor del Palacio Real se creo una aristocracia local que iba al hipódromo (en la explanada de Jan Meda), en la que florecieron clubes y artistas, en muchos casos procedentes de bandas militares, que fusionaron con la tradición etíope las nuevas tendencias musicales que llegaban sobre todo de Estados Unidos. El resultado es un peculiar sonido que, como la música tradicional del país, no se parece nada a otras músicas africanas. Algunos de aquellos músicos han obtenido reconocimiento fuera de Etiopía. Malatu Astake, por ejemplo, es el compositor de la música de la película Broken Flowers. Mahmaud Ahmed, antiguo miembro de la banda de la Guardia Real de Haile Selassie, sigue actuando en directo en escenarios de Europa y América. Además del vídeo con el que ilustramos este comentario, aquí enlazamos otras dos grabaciones con coreografías de la vieja escuela del swing abisinio (una y dos). Y una actuación reciente de Bezunesh Bekele.
sábado, 29 de diciembre de 2007
El swing de Abisinia
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